En el presente asunto, se negó la reinscripción al segundo grado de secundaria a un alumno que padece de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), pretextando para ello que el menor era indisciplinado y que no era la escuela adecuada para recibirlo dado que, por su discapacidad, requiere acudir a una escuela especial.
La Segunda Sala al resolver la constitucionalidad del acto, determinó que el actuar de la institución educativa fue discriminatorio y, por tanto, contrario al derecho a la educación inclusiva y al principio de igualdad que tutela la Constitución Federal.
Al respecto, la Corte enfatizó que: “el derecho a la no discriminación incluye el derecho a no ser objeto de segregación...en el contexto de la obligación de proporcionar entornos educativos accesibles y ajustes razonables”.
