Se trata de un recurso de habeas corpus interpuesto en el caso de la restitución internacional de una menor de edad, durante el proceso, su madre de nacionalidad hondureña solicitó refugio para ambas.
En la audiencia de restitución internacional, el PANI representó a la menor, alegando que no se encontraba en condición de vulnerabilidad bajo la custodia de su madre. A pesar de lo anterior, el juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia ordenó la restitución de la menor a Honduras.
El conflicto versa sobre el choque de ambas sentencias (instancia y apelación) que confirmaron la restitución internacional frente a la solicitud de refugio por ser víctima de violencia doméstica que interpuso la madre para ambas. Utilizando los criterios de convencionalidad, la Sala Constitucional concluyó que no era posible continuar con el proceso de restitución internacional en tanto la condición de refugiada de la menor estuviera pendiente. “Tratándose de una situación donde se encuentra en riesgo la libertad personal de una menor de edad –sujeto de especial protección que debe tener trato prioritario- como consecuencia de las resoluciones emitidas por el Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia y, del Tribunal de Familia, estima esta Sala, que de forma oficiosa y actuando dentro del ámbito de sus competencias, la dirección general recurrida estaba en la obligación de tomar las previsiones necesarias para adelantar la entrevista de la tutelada dentro de un plazo célere y expedito”