Protección de La Niñez (internación, familias de acogida y adopción)

El caso trata de la destitución del poder familiar debido al uso de drogas por parte del padre. En virtud de ser un adicto a las drogas, el padre de los niños actuaba agresivamente cuando bajo la influencia de drogas, situación que motivó la solicitud de destitución de su poder familiar. El juez entendió que hubo violaciones graves de las obligaciones inherentes al poder familiar, sin embargo, sostuvo que la causa de esta mala conducta e incapacidad para ejercer el poder familiar estaba vinculada al uso y abuso de drogas. Por lo tanto, la decisión se basa en el sistema adoptado por el Estatuto del Niño y del Adolescente, que busca garantizar el bienestar de los niños y adolescentes, preservando los derechos fundamentales a la vida familiar en un ambiente armonioso y saludable y la protección contra cualquier forma de negligencia o violencia. Por lo tanto, se argumenta que la pérdida del poder familiar, desde una perspectiva estrictamente punitiva, no sirve a los mejores intereses de los niños y adolescentes. Así, considerando que la destitución del poder familiar es una medida extrema, la decisión fue de restablecer los lazos parentales, aplicando las medidas previstas en el Estatuto del Niño y del Adolescente, art. 129, II, para la inclusión del padre en un programa de tratamiento oficial o comunitario.