La Sra. J.G.V. madre de tres niños (F.M.V.; B.E.M.V. y S.S.I.) y una niña (J.I.R.) convivía con el Sr. J.P.R. padre solamente de la última. La Sra. J.G.V. padecía violencia de género de parte de su conviviente. Pese a la intervención del Servicio Local de protección de derechos de niños, niñas y adolescentes y de la Dirección de Políticas de Género, J. no podía sostener el corte de la relación violenta y en varias oportunidades regresó a convivir con R. El mencionado Servicio Local decidió adoptar las medidas de abrigo -separación de los niños de su familia de origen- respecto a tres de sus cuatro hijos, y a partir de entonces, permanecen institucionalizados. Se fijaron acciones y estrategias para cumplir con los objetivos para poder superar la situación. La Sra. V. reconoció que no pudo dar cumplimientos, pero que había podido interrumpir definitivamente su relación con R. Que ahora vivía sola con su hija J.I.R. en una casa que pertenecía a la familia de R. (ya que no posee los medios económicos para procurarse otro lugar en donde habitar) y que hacía una semana poseía trabajo como servicio doméstico. El Servicio Local solicita la declaración de situación de abandono y adoptabilidad de los tres niños.
El Juez decidió rechazar la petición y dispuso que se solucione el problema habitacional de la Sra. J. y sus hijos, brindar asistencia económica necesaria, se le dé lugar en un jardín maternal para albergar a sus hijos en horario del trabajo, incluirla en un plan de capacitación laboral. Una vez cumplido esto se debe ordenar la restitución de los niños F.MV, B.E.O.MV y S.A.S a su madre.