La recurrente es madre de dos niñas, quienes habrían sido ingresadas al Puericultorio Pérez Araníbar por ser víctimas de tocamientos indebidos dentro de su anterior domicilio, y solicita que se le permita a) visitar a sus hijas, y b) retirar a sus hijas para llevarlas a su domicilio. En este sentido, considera que el impedimento “arbitrario” de estos hechos atentaría contra la integridad física y psicológica de ambas niñas, así como su derecho a la libertad de tránsito.
El Tribunal Constitucional analiza el caso desde la perspectiva del interés superior del niño, considerando que este vincula a la comunidad en su totalidad y debe concebirse como vértice de interpretación de los derechos. En este sentido, consideró que en el caso de autos toda vez que ya se permitía la visita de la madre a las niñas ese extremo sería improcedente, mientras que la mejor opción para su integridad física y psíquica - así como la opción que las niñas favorecían - era mantenerlas fuera del domicilio de su madre.
