Con fecha 15 de junio de 2012, la recurrente interpone demanda de amparo en contra del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) y el Ministerio Público, y solicita el cambio de su nombre y sexo en sus documentos nacionales de identificación, respetándose su identidad de mujer trans.
El Tribunal Constitucional aprovecha el caso para variar su criterio jurisprudencial vigente, que considera la transexualidad como una patología y el sexo como un concepto estático. En este sentido, indica que la realidad biológica no debe ser el único elemento determinante para la asignación del sexo, pues éste es una construcción social, que debe analizars en base a las experiencias de la propia persona.
Sin embargo, el Tribunal recuerda que existe una vía igualmente satisfactoria a la cual la recurrente puede acudir, por haberse reconocido el derecho a la identidad y el nombre con anterioridad en la vía ordinaria. Por ello, declara fundada en parte la demanda, respecto al derecho de acceso a la justicia, pero improcedente el petitorio de cambio de nombre y sexo, por deber acudirse a la vía ordinaria.
