Reseña Octubre de 2019

Pensamientos sobre una ciencia de la evidencia, David A. Schum [1]

 

Alejandra Rabasa Salinas 

En la historia de la humanidad la evidencia o su ausencia han determinado desde las decisiones más básicas de la vida cotidiana, como huir de un depredador, hasta los debates actuales más complejos en temas como la existencia o no del cambio climático y sus causas antropogénicas; la precisión de las pruebas de ADN para comprobar la culpabilidad criminal de una persona o su filiación parental; los riesgos del uso agrícola de organismos genéticamente modificados y los paquetes tecnológicos asociados a los mismos en diferentes ecosistemas; la validación de una elección presidencial; o las implicaciones de creer o no en la teoría de la evolución de las especies para la definición de temas críticos, como el contenido y la orientación de los programas de estudio en los sistemas de educación pública.

Reconociendo la influencia de la evidencia y el razonamiento basado en evidencia para probar o desacreditar cualquier hipótesis que definirá el sentido de muchas decisiones en la vida de las personas y las sociedades, en este texto escrito como parte del proyecto “Evidence, Inference and Inquiry: Towards an Integrated Science of Evidence”  desarrollado en la University College London, el profesor David A. Schum postula que es posible y necesario construir una ciencia de la evidencia que pueda aplicarse en cualquier campo del conocimiento.

A  partir de premisas como la postulada por Jeremy Bentham, quien afirmó que el campo de la evidencia es el campo del conocimiento y citando ejemplos como el desarrollo reciente de instituciones y programas académicos dedicados al estudio de las ciencias de la complejidad, Schum afirma que al no existir una disciplina única que pueda contener todo el repositorio de conocimiento importante para el razonamiento basado en la evidencia, la ciencia de la evidencia tiene que ser por fuerza multidisciplinaria e integradora, capaz de articular los métodos de investigación y los hallazgos que se han generado o se generen en áreas como la medicina, la biología, la psicología, la historia, el derecho, la estadística, la física, la filosofía, la semiología, la sociología y las ciencias computacionales, entre otras. 

Para construir su argumentación, Schum reconoce que no existe una definición única o estática del concepto “ciencia”, pero si consensos alrededor de algunos criterios que pueden adoptarse para distinguir la actividad científica de otras “no científicas”.  Este autor afirma que una ciencia de la evidencia cumpliría con todos los criterios porque: (i)  los diferentes tipos de evidencia (por ejemplo, tangible e intangible) pueden ser sistemáticamente clasificados; (ii) existen métodos confiables que hacen posible el descubrimiento de nuevas verdades sobre la evidencia; y (iii) el estudio sistemático de la evidencia sirve tanto para fines intelectuales, como prácticos.

En su modelo clasificatorio de la evidencia propone una escala de credibilidad que incluye la evidencia tangible (objetos, documentos,  imágenes) e intangible (por ejemplo, el testimonio de alguien sobre un hecho sujeto a prueba), así como los hechos notorios o aceptados. La dimensión de la relevancia en el modelo de Schum se construye también a partir de la clasificación de la evidencia en directa y circunstancial, que a su vez podrá ser reforzada o debilitada por meta-evidencia o evidencia complementaria. 

Para este autor la relevancia y la credibilidad, junto con la fuerza probatoria, son las tres propiedades esenciales o “credenciales” de la evidencia y cada una responde a diferentes preguntas epistemológicas:

 

Relevancia

¿Y qué?. ¿La evidencia aporta algo para confirmar o desvirtuar una hipótesis o proposición que estamos tratando de probar?

Credibilidad

¿Podemos creer en lo que dice la información que aparece como evidencia?

Fuerza probatoria (o peso de la evidencia)

¿Qué tan fuertemente apunta la evidencia relevante y creíble hacia alguna de las hipótesis que estamos considerando?

 

El texto da cuenta también del pensamiento clásico de John H. Wingmore sobre la ciencia de la prueba judicial, explicando entre otras cosas su modelo de redes de evidencia para realizar el estudio metódico de las diferentes pruebas y las inferencias que pueden derivarse de las mismas. Schum propone además un modelo de procesos que permite analizar sistemáticamente patrones complejos de evidencia y “conectar los puntos” para tomar una decisión con base en la evidencia a través de la cual se intentan probar o desvirtuar los hechos e hipótesis del caso.

 

En el campo del Derecho la evidencia juega un papel crítico en casi todas las dimensiones donde deben regularse riesgos o identificarse daños – incluyendo violaciones a derechos fundamentales - y formas de repararlos, indemnizarlos o compensarlos. Este papel de la evidencia para la actividad jurídica es  muy visible por ejemplo en materias como la salud pública, la protección del medio ambiente, la seguridad nacional o la tipificación de conductas delictivas.

En el terreno del proceso judicial, sin evidencia sería imposible para un juez reconstruir hechos que ocurrieron en el pasado y sobre los cuales debe tomar una determinación de justicia. Tampoco podría proteger los derechos de las personas, a la sociedad, o los ecosistemas, como lo ordena la Constitución, al menos en México, de riesgos que demandan por parte de los juzgadores la adopción de decisiones sobre posibles daños futuros, que deben adoptarse en contextos de incertidumbre, a veces profunda.

En este contexto, más allá de  las discusiones teóricas o empíricas sobre la construcción de una ciencia de la evidencia, las propuestas de Schum para una aproximación más sistemática e integradora a la evidencia, aplicadas a la admisión de la evidencia y su valoración a través de un razonamiento basado en inferencias, pueden aportar componentes esenciales para fortalecer la integridad y certeza de las decisiones judiciales y por lo tanto, el funcionamiento de cualquier sistema jurídico para la tutela de derechos fundamentales. 

 

[1] David Schum fue profesor de la Volgenau School of Engineering y la Antonin Scalia Law School; científico en jefe del Learning Agents Center en la Universidad George Mason y profesor honorario de ciencia de la evidencia en la University College London. Dedicó la mayor parte de su carrera al estudio de las propiedades, los usos y la sistematización de la evidencia en el campo del razonamiento probabilístico. Publicó más de 100 textos en diferentes publicaciones académicas, así como varios libros, incluyendo “Analysis of Evidence”; “Intelligence Analysis as Discovery of Evidence, Hypotheses, and Arguments: Connecting the Dots”; y “The Evidential Foundations of Probabilistic Reasoning”.